La Embajada de China en España ha informado este jueves de que los test rápidos que adquirió España para diagnosticar casos de Covid-19 fueron comprados a una empresa sin licencia.
En la rueda de prensa de este jueves, el director del centro de Alertas y Emergencias sanitarias, Fernando Simón, ha reconocido el error y lo ha circunscrito a un lote de 9.000 pruebas -de los 340.000 kits ‘rápidos’ adquiridos por el Ministerio de Sanidad- que «se validaron nada más llegar» y «que se ha descubierto que no tenían las características esperadas».
Simón ha informado de que el Ministerio «ha conseguido otros proveedores» y está trabajando «muy intensamente» para conseguir descargar todos los test rápidos a los laboratorios españoles. Las pruebas de Covid-19 fallidas fueron enviadas, según ha apuntado, al Instituto de Salud Carlos III y a algunos hospitales y, una vez conocido el error, el Ministerio ha obligado a que la empresa «cambie de lotes» al comprobarse que las validaciones de la partida «no corresponden con lo que venía en la certificación».
La información ha trascendido después de que el diario El País adelantase que los primeros test de detección masiva llegados a España no funcionan bien, y grandes hospitales han concluido en los ensayos preliminares que «no detectan los casos positivos como era de esperar».
Según la versión de la Embajada de China en España, el Gobierno desoyó las recomendaciones del Ministerio de Comercio de China, que ofreció al equipo que dirige Salvador Illa «una lista de recomendaciones de proveedores clasificados», entre los que no se encontraba Shenzhen Bioeasy Biotechnology, la compañía que ha suministrado las pruebas masivas a España y que no cuenta con licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos.
El Ministerio de Sanidad informaba ayer de la compra de otros 5,5 millones de test rápidos que llegarán a España de forma escalonada en las próximas semanas, si bien los test ‘imprecisos’ de Bioeasy no forman parte del último pedido notificado por el Gobierno.
Según informa El País, el departamento que dirige Salvador Illa ha informado de que la partida de test erróneos ha sido localizada en la Comunidad de Madrid y ya se ha dado orden para que sea retirada, mientras que fuentes del Ministerio de Exteriores afirman que la remesa de pruebas defectuosas notificadas no fueron adquiridas por el Gobierno, sino que forma parte del montante de test adquiridos por «alguna comunidad autónoma» en particular.
Según el citado medio, las pruebas rápidas fabricadas por la mencionada empresa china tienen una sensibilidad del 30% cuando debería ser superior al 80%. «Con ese valor no tiene sentido usar estas prueba», afirma uno de los microbiólogos que ha analizado esta herramienta sanitaria.
La recomendación de estos expertos al Instituto de Salud Carlos III, que depende del Ministerio de Sanidad, es que se sigan utilizando como hasta ahora la prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa, por sus siglas en inglés). Estos test detecta el ARN del virus en una muestra de exudado nasofaríngeo, a través de la introducción de un bastoncillo por la nariz o por la boca para recoger dicha muestra y, posteriormente, se tarda hasta cuatro horas en conseguir el resultado, mientras que en los test rápidos se obtiene en 10 o 15 minutos.
Fuente: elindependiente.com/Ana Belén Ramos