Santo Domingo. En temporada de premios los cronistas de arte, miembros de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), deben cuidar su imagen y buena reputación, quienes la tengan.

Eso de andar intimando con un nominado no envía un mensaje pulcro, máxime cuando se trata de un directivo.

Que una miembro de la directiva de Acroarte acompañe a un artista que visita un hospital a entregar juguetes y luego éste salga nominado es como para pensar.

Que otra directiva viaje con todos los gastos pagos, invitada por un artista nominado a un concierto a la ciudad de Nueva York, tampoco envía un buen mensaje.

Y que un directivo se pase una noche de farra y borrachera en la casa de un nominado, es como para pensar que algo anda mal en tiempos en que la mujer del César no solo debe ser honrada.

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