¿Qué es la vida? Cada ser humano tiene su propia definición.
Nadie sabe cómo es mejor. Posiblemente su idea de la muerte sea percepción. Amar con el alma y el corazón puede ser la mejor manera de vivir. Esa es otra percepción.
Ver la muerte llegar a quien amas con el alma y el corazón es doloroso, es terrible, es incomprensible y el dolor que produce parece eterno.
Ver a tu ser querido en un ataúd, su traslado en el y su colocación en su ultima morada física, produce una pena, tan grande, que solo el llanto puede mitigar.
Despedirte de esa morada por igual. La noche y el día no se detienen produciendo días, semanas y meses. En cada uno de ellos los recuerdos te acompañan, te producen melancolía, llantos y tristezas. Nunca más será igual.
Sabes que debes seguir adelante porque sigues siendo útil y debes estar, porque si haces lo mismo, produces más dolor que el que sufres. Por percepción, porque piensas que nadie sufrirá la pérdida de tu alma gemela, más que tú.
Cuál consuelo te queda: La fe de que existe vida después de la muerte. La fe de que tu ser querido dejó de sufrir y de que esta en paz con Dios e iluminada con flores amarillas y de que no está atada a la vida terrenal. Está feliz donde está y no interfiere en la vida de los demás.
Todo eso es cierto, porque el sufrir que tenemos es por nosotros mismos, que dependíamos de ese ser, de esa luz que se nos apagó. El desapego no es una condición automática y el tiempo y nuestra actitud de realidad nos obligará a cambiar. Pero cuando? Sólo Dios lo sabrá. (José Antonio Lara).