Los restos mortales del tenor Henry Ely fueron sepultados ayer domingo, debido a las condiciones de la pandemia C-19, en el panteón de la familia Ely, en el Cementerio Cristo Redentor, ubicado frente a la tumba del doctor Joaquín Balaguer, explico su hijo, el oftalmólogo Henry Ely a la directora de la Compañía Lírica  , la soprano Ondina Matos, la cual el dirigió en su  momento.

El memorial católico será iniciado este miércoles en la Iglesia  El Buen Pastor, del doctor Evaristo Morales, en Santo Domingo, desde las seis de la tarde.

También habrá un memorial en una Iglesia Evangélica no determinada aun, pero la fecha será dada a conocer más adelante a los invitados.

La familia Ely agradeció las condolencias que le han sido expresadas y solicito que en estos momentos de dolor por la perdida, se le permita el mayor recogimiento posible.

Su partida

Henry Ely  expiró en el Hospital Marcelino Vélez Santana, de Santo Domingo Oeste, la madrugada del sábado 27 de febrero por complicaciones respiratorias.

Su vida

Ely, que había nacido en Santiago el 19 de enero de 1939, era uno de los más altos exponentes del canto lírico dominicano y un gestor y educador del canto operático.

Ely debutó a la edad de 9 años e hizo sus primeros estudios vocales con el coro José Ovidio García, en la Ciudad Corazón, dirigido por el profesor Apolinar Bueno.

En 1961 viaja a Nueva York y canta en la Estación de TV NBC, causando impacto tanto por la calidad de sus tonalidades graves y agudas, como por su procedencia. Uno critica en la que se destacaba que, desde Eduardo  Brito no se contaba con una figura de esa calidad.

Con su partida se cierra una generación de las grandes voces líricas dominicanas, que incluye a Rafael Sánchez Cestero, Violeta Stephem, Napoleón Dhimes y Arístides Inchaustegui