Santo Domingo. El concurso a la “mejor crónica” de premios Soberano, creado por “genios” de las malas artes en Acroarte, no es más que una mordaza a quienes caen como “mansos corderitos” al juego de acallar los tantos entuertos en los que han sumido esa premiación.

Quienes se prestan a este maquiavélico jueguito ponen precio a su labor de informar, acomodando una crónica para sus propios intereses.

Claro, el derecho les asiste, ese es el juego democrático, pero éste se tuerce a la hora de pretender que por dinero esos concursantes se hagan de la vista gorda frente a los desaciertos, que por cierto, son muchos, pero lo dejan pasar porque prima más el interés de llevarse 100 mil pesos que cumplir con el sagrado deber de informar.

Cosas insólitas seguiremos viendo hasta el 21 de marzo, día en que se entregará el Soberano 2019.

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