“La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”. Federico Fellini.
Los programas de entretenimiento se han dejado arropar por la chabacanería y los personajes y personajillos “de moda”, lanzados como verdolaga por las redes sociales, mostrando a una sociedad que va en picada, “modelos” totalmente divorciados de lo que debe ser un patrón a seguir.
El hambre de rating los hacer creer que esas “figuritas” endosarán los likes que reciben en sus cuentas de un público que no ve televisión y mucho menos programas distanciados de sus gustos, o mal gustos.
Se han perdido en la creencia de que el que consume, por ejemplo, música urbana, se trasladará a la pantalla chica a ver a su urbano o “influencer” favorito.
Esta decisión, errada, de productores y conductores de espacios de entretenimiento está contribuyendo a la desvandada hacia el cable y platafomas de streaming como Netflix.
Los “genios” de la mayoría de esos espacios han covertido a otroras programas de entretenimiento, en pobres programas de paneles, con las mismas caras y los mismos temas que ya hartan a los pocos televidentes que les quedan.
Bien lo dijo Freddy Beras Goico en una ocasión: “Hacemos la televisión que se parece a la sociedad dominicana”.
Aunque nuestro querido gordo se refería a tiempos en que la decencia, el entretenimiento sano y las buenas costumbres caminaban de la mano en la pantalla chica.