Presentado iPhone 11 como el nuevo iPhone de referencia, los esquemas cambian ligeramente dentro de Apple y vemos cómo el heredero del que fue el año pasado el iPhone XR es ahora el protagonista, dejando espacio a un par de modelos Pro con algunas características más potentes y novedosas.

Son varios los cambios en esta reedición del smartphone con iOS, doce años después de su presentación original. Vemos las mejoras habituales en este tipo de renovaciones, como el nuevo procesador A13 Bionic, una batería algo mayor y, en un giro de los acontecimientos, un precio inferior.

Lo más relevante del iPhone 11 respecto a la edición anterior es que el que parecía relegado a un segundo plano en 2018 llega un año después tomando la referencia del producto estrella de Apple. Aterriza además con algunas de las capacidades básicas bajo el brazo, como la resistencia al agua completa –IP68– que sí veíamos en los iPhone XS y XS Max.

Se añade una segunda cámara –para la tercera tendremos que comparar contra el iPhone 11 Pro–, en lo que es uno de los movimientos más diferenciados en la estrategia de Apple. A diferencia de los pasados modelos Plus, X y XS, esta cámara opta por un ultra gran angular, en lugar del telefoto habitual para el segundo sensor. El zoom sigue siendo una de las exclusivas estrella de los mejores iPhone.

Por lo demás, no hay excesivas diferencias. Sí vemos una cámara frontal que ahora graba vídeo en resolución 4K, gracias a su sensor ahora en 12 MP. Se incluye además el sensor U1 Ultra Wide Band o UWB, para reconocimiento espacial del que todavía Apple no ha dado demasiados detalles.

Si comparamos frente a la competencia vemos que Apple vuelve a ganar enteros por dos motivos principales. Estos son, por una parte, un precio más competitivo que no afecta únicamente al modelo renovado, sino también al iPhone 8 e iPhone XR que se mantienen todavía disponibles.

Por otra, un apartado de cámara que es finalmente más ambicioso. Esto no es únicamente a través de la inclusión de un segundo sensor –la mayoría de sus competidores cuentan con un rango focal ya completamente cubierto–, sino por la adición de un modo nocturno más capaz en condiciones de baja luz.

Pocos son ya los smartphones que quedan por renovar en 2019, y entre ellos se encuentra sin duda el Pixel 4 –del que ya sabemos casi todo– y los Huawei Mate 30 –que lo tiene cada vez más difícil para llegar con el Android de Google–.

Las alternativas con Android de una cierta calidad son ya relativamente numerosas, e incluso podemos encontrar terminales algo más diferentes, basados en una u otra experiencia y **no siempre buscando el precio estático y del orden de los mil euros del que se intenta alejar ahora Apple.

Entre ellos se encuentran las opciones básicas de OnePlus y de Xiaomi con el Mi 9, con los que podemos llevarnos unas características semejantes en algunos aspectos a un precio muy inferior al de origen de estos nuevos iPhone.

Fuente: hipertextual.com

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